La publicidad en internet puede resultar tremendamente irritante: sin previo aviso, se nos abren tropecientasmil ventanas emergentes, cuando pinchamos en un enlace de "descargar" resulta que era falso y nos lleva a una página en la que altruistamente un desconocido se ofrece a enseñarnos cómo ganar quinientos mil maravedís en cinco minutos... Vamos, como la maldición bíblica de la plaga de langostas, pero en digital. Personalmente, mantengo una relación amor-odio con la publicidad. Como usuario, suscribo todo lo dicho más arriba, si bien es cierto que la publicidad -siempre que no sea demasiado intrusiva- nos permite acceder a servicios muy útiles que no se podrían mantener siendo gratuitos. Como humilde publicador de contenidos en internet, debo decir que las migajas de publicidad que recojo me ayudan a cubrir los costes -a duras penas- de los gastos de dominios y servidores en los que alojo mis proyectos y experimentos online. Dentro de esto de la publicidad online hay prácticas de dudosa moralidad muy extendidas pero poco conocidas por el usuario. Por ejemplo: entre bloggers, especialmente entre los que tienen una gran cantidad de visitas diarias, hay una práctica tan poco ética como rentable, y que consiste en recomendar un producto como supermegaestupendo pero, en realidad, hacerlo por la pasta: bien sea porque la empresa nos soborna con dinero, con el regalo del producto o con un porcentaje de publicidad por enlazar a su sitio web. Dándole vueltas a este tema, me planteé si conocía algún servicio cuya promoción me permitiese conjugar una mínima ética con unos razonables intereses crematísticos (si sigo hablando así, creo que debería dedicarme a la política). Bien, pues llegué a la conclusión que uno de los productos más rentables en su relación utilidad/precio es yabla.com. Pantallazo al canto (pinchad en la imagen para ver los detalles):
¿En qué consiste? Bueno, pues es un servicio web más sencillo que el mecanismo de una pelota: estos señores recopilan vídeos de todo tipo, publicidad, noticias, vídeos musicales, etc, los subtitulan en alemán y español y los añaden a una interfaz muy cómoda de usar. Echadle un ojo a este vídeo donde nos explican cómo funciona el invento. Además, al hacer clic en las palabras que no conocemos quedan añadidas a una lista de términos nuevos que podemos repasar más tarde en forma de "tarjetitas". Otro pantallazo:
¿Qué cuesta esto? Pues 7,78 € al mes (diez dólares). No me parece caro, sobre todo si lo vamos a utilizar de forma intensiva. Estoy pensando, por ejemplo, en los muchos españolitos que necesitan mejorar rápidamente su nivel de vocabulario y de comprensión oral y escrita para emigrar a lares germanos. En cualquier caso, siempre podemos contratar solo un mes para ver si realmente lo utilizamos y nos resulta útil Y, para que quede claro, esto es publicidad DEScubierta: si llegas a su web a través de este enlace, yo me llevo el 25% de tus 7,8 eurillos. Vamos, que me voy a hacer de oro. Dejando aparte sí me estoy vendiendo al becerro de oro o no, echadle un ojo, a ver qué os parece.
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